domingo, 17 de julio de 2011

Trabajo, Trabajo, TRABAJO!!!!



Esta Copa América debe ser de las peores que he visto... Bueno, la verdad es que nunca le presté mucha atención a la Copa América, no sé si es por cosa de horarios, de que Chile por
lo general llegaba mal a ellas o porque cada 2 torneos cambiaban las periodicidad y el número de integrantes de ella . Lamentablemente, al jugarse uno año después del mundial, los cinco equipos sudamericanos que no llegan a la fase final del Mundial a Sudáfrica se encuentran en formación, con técnicos nuevos y nuevos esquemas y planteles. En algunas ocasiones, los propios equipos que llegaron al mundial se encuentran en pleno recambio generacional o con nuevos entrenadores. Esto conspira directamente con el nivel del juego. Diego Latorre mencionaba que es más fácil, más rápido de internalizar un juego defensivo que uno de vértigo y verticalidad y esta es la
razón por la cual el nivel del juego ha sido tan bajo y los equipos defensivos han prevalecido hasta esta fase. Sin embargo, creo que la clave, como sucede en 19 de cada 20 ocasiones, es el TRABAJO, TRABAJO, TRABAJO!!!!.

Entre los cuatro semifinalistas se encuentran los tres equipos sudamericanos que no cambiaron de técnico tras las eliminatorias. El cuarto es el técnico que enfrentó a los colombianos pechos fríos que pierden cada vez que son favoritos. Uruguay, Paraguay y Venezuela se caracterizan por ser equipos que, con más o menos brillo ofensivo, hacen del orden su mayor virtud. Esto les permite sacar el máximo provecho a sus individualidades, mantener sus rivales a raya y avanzar donde otros con jugadores más brillantes quedan entrampados. Los cuatro semifinalistas -incluyo en el análisis ahora a los peruanos- jugaron de chico a grande en cuartos. Uruguay aún con Forlán, Suarez y Lugano era sobrepasada largamente por Argentina que cuenta con el "9" de los 3 equipos más grandes de España, pero los orientales aguantaron el chaparrón y se causaron estrago en cada pelota parada desnudando a un rival con escaso trabajo para defender esas situaciones. Algo similar ocurrió con Paraguay, equipo que le plantó una defensa indescifrable a un Brasil que posee fuerza y drible pero carece de alguien que administre todo su potencial. Perú mantuvo a bajo control a Colombia que de la mano de Falcao, Moreno y Ramos rebotó una y otra vez contra los 4 centrales que plató Don Marka en el fondo y Venezuela... Venezuela... Bueno, ellos dominaron el primer tiempo y anotaron en las pocas llegadas claras que tuvieron. Chile sufrió de un pobre juego aéreo y su ya habitual falta de contundencia en el área rival. Los cuatro equipos pudieron perder, quizás hasta merecieron perder, pero aguantaron los malos momentos, tuvieron arqueros inspirados y nunca, pero nunca perdieron la concentración, pues sabían claramente qué es lo que debían hacer y sabían a qué jugaban.





Respecto a lo que viene, con 4 equipos que poseen orden, concentración y conocen su juego, creo que Uruguay saca ventaja, ahora sí por sus individualidades, las que pueden desarmar cualquier orden defensivo. Suarez es para mi el mejor jugador de la Copa y Forlán pese a no anotar desde abril, tiene en su mentón más clase que todo el plantel peruano y que la mitad del paraguayo, sus más probables rivales en la final. Eso sin contar su categoría, su clase, eso que te hace ganar los juegos grandes y distingue a los equipos grandes, de los chicos. Uruguay es el único grande que queda en competencia y la Copa debería levantarla Forlán este domingo.

lunes, 11 de julio de 2011

La soledad de Messi



Argentina ganó, goleo y gustó, pero ganó a un equipo al que debía ganar. La novedad de esta noche es que la albiceleste hizo honor a su historia y sus estrellas ganándole a uno de los dos equipos que a los que debía ganar con facilidad, simplemente se dio la lógica. Los trasandinos se encontraron el equipo ganándole por los puntos a uno de esos equipos que se utilizan como sparring previo a un campeonato. Mostró gran parte de su potencial ofensivo, obteniendo un resultado claro, pero modesto en comparación con su dominio territorial y del balón, gracias a la mala noche de Higuaín. Pero Argentina la victoria no borra las preocupaciones que generan sus centrales ni tampoco que pasará cuando ejerzan presión sobre Gago y Di María o cuando le pongan una marca pegajosa y fuerte a Messi.

Batista insiste en privar a Messi de alguien con quien pueda tirar paredes, alguien que lleve la pelota desde los cuatro del fondo hasta 3/4 de cancha donde Messi pueda trazar las peligrosas diagonales que realiza semana tras semana en España. Hoy Messi, en este exitoso esquema que de seguro repetirán en cuartos, arrancó desde 10 metros por sobre la mitad de la cancha ante un Costa Rica que intento cerrarse atrás pero sin ejercer presión sobre el portabalón ni con marca personal. Desde ahí tuvo espacio y visión de campo suficiente para alimentar a Higuaín y a Aguero (el mejor argentino de esta Copa América), a Di María cuando encontró surcos y a los laterales cuando estos no chocaron con los volantes centroamericanos. Pero Messi sigue solo, pues más allá del ahínco con la que sus compañeros lo buscaron para que anotara, en un escenario más complejo con una defensa que haga pressing y que cierres las vías de pase (Paraguay, Perú e incluso Chile), Lio volverá a mirar el arco de frente pero a 40 metros de distancia, sin opciones claras de pase y sin quién le entregue el balón donde pueda hacer daño. Messi es bueno, el mejor de todos, pero no es Diego ni siquiera es el Messi del PlayStation, no puede todos los partidos correr encarando por más de 40 metros, dejar 5 en el camino y anotar ante la salida del arquero.

Si Argentina quiere avanzar en serio en esta Copa deberá solucionar lo anterior. La respuesta de Batista es Gago, pero a éste se le pide que toque de primera y no ralentice el equipo, porque la velocidad la pone Messi, arrancando a 40 metros del arco. En mi visión, la solución es Pastore, pero éste no es tenido en cuanta por Batista y de no mediar una mala jornada de su rival, Argentina debería sucumbir en cuartos tal como casi lo hizo contra Colombia, quizás con un poco de suerte llegan a penales y zafan, pero...

lunes, 4 de julio de 2011

Sha se juega!!!!!



Comenzó la Copa América y comienza este blog. Yo vi a River en la B busca dejar un testimonio de las muchas horas que invierto viendo fútbol. Sólo eso, porque yo no juego fútbol. Siempre tuve excusas para no hacerlo, asma, miopía, falta de estado físico, pero lo principal es que soy malo. Nunca fui el último al que elegían pues tenía alguna habilidad frente al arco y a la vez ponía pierna fuerte en el medio, pero no más que eso. Eso hubiera bastado, pero soy intolerante al fracaso, entonces no ser tan bueno como me gustaría o al menos mejor que la mayoría, me frustraba y preferí alejarme del balón, pero nunca deje de ver fútbol. Veo tanto fútbol como puedo, lo hago casi todos los días, me gusta apreciar la táctica que despliegan los entrenadores, ver la termez de los hinchas y, claro, la magia de los que juegan y pegan (porque pegar es parte fundamental del juego). Pero no estoy aquí para hablar de mi, sino de fútbol.

En estos momentos Chile pierde con México y las referencias a Bielsa se multiplican en las redes sociales, mientras Borghi saca a Beasejour por negro, y los jugadores aún no cachan que Pinilla no fue a Argentina y tiran frontales a lo loco.

La Copa ha mostrado poco fútbol en general (Gol de Chile, el mechero de Paredes provoca el éxtasis cuasi orgásmico de mi compañero de depto colocolino). Salvo el primer tiempo de Brasil y el vertiginoso Perú-Uruguay, el juego ha sido más bien pobre, incuso el de Chile que ha mostrado ser tan predecible como el de Colombia, equipo que haberse topado con un equipo de verdad, perdía inapeláblemente (Gol de Vidal, la misma jugada preparada con la que le hizo un gol a Venezuela en eliminatorias. Chile en ventaja juega mejor).
A Argentina no la vi, pero no hacía falta. Sin técnico no puedes ganar aunque tengas a Messi. Bolivia, a quien tampoco vi, en la suya, con un equipo de 10 petizos que corren y mucho y un metrosexual como Moreno Martins.
Paraguay y Ecuador mostraron pocas cosas interesantes, entre las que no estuvo la mentira de Lucas Barrios (que está a punto de volver a Colo Colo, porque es del Colo, todo el mundo sabe eso). Ecuador... bueno Ecuador es Ecuador y depende cuánto puedan correr sus negros.

La Copa América debería ser la máxima expresión de nuestro fútbol, ese fútbol lleno de superestrellas que son incapaces de armar un frase coherente, pero ganan en un mes lo que ganas en una década, de números 5 negros buenos para la patada, capaces de pegar todo el partido mientras el arbitro hace el ademán del "siga, siga" y de equipo que celebran al vencedor corriendo detrás de ellos para agarrarlos a patadas. Espero que todo esto llegué pronto, pero al menos el estadio más moderno de Sudamérica ya nos regaló algo de esa magia que sólo tiene el fútbol de este lado del mundo.